El gran proyecto de expansión de la compañía en Italia ha encontrado un escollo en sus pilotos. La aerolínea, mediante el despido fulminante de dos de los delegados sindicales de Sepla y la suspensión de empleo y sueldo de dos meses a otro piloto, acusándolos de filtrar información a sus compañeros de documentos que supuestamente debían guardar, ha tensado la cuerda entre los pilotos y la compañía.
La documentación filtrada es referente a un modelo de exámen que envió la empresa a uno de éstos delegados y que fue reenviado entre el resto del colectivo. Para demostrar la filtración y proceder al despido, la compañía accedió al correo corporativo de los delegados sindicales.
El problema surge en un momento en el que la compañía tiene unas expectativas de crecimiento del 20% éste año y justo cuando la compañía va a afrontar su temporada alta, en la que su flota de cerca de 100 aviones realizará unos 700 vuelos diarios.
Buena parte de éstos vuelos se harán desde su nueva base en Italia, donde la debilidad de Alitalia y su compra el año pasado ha llevado a una dura competencia entre Vueling y Ryanair para ganar cuota de mercado, sin embargo el sindicato de pilotos asegura que no se ha contado con su opinión de cara a las condiciones de la nueva actividad en la base como establece el convenio,por lo que éste nuevo episodio e ha llevado a la relación entre pilotos y compañía a un punto insostenible.
El sindicato de pilotos tiene previsto convocar una asamblea para acordar medidas contra los despidos, afirmando que “no se descarta nada”, en referencia a la posibilidad de llevar a cabo alguna jornada de paros.
Otra opción que contemplan es la de ralentizar el ritmo de las operaciones aplicando los tiempos y manuales a rajatabla, ya que desde el sindicato se quejan de que el crecimiento de la empresa está llevando al límite la operativa y que no están entrenados para soportar la presión adicional a la que están siendo sometidos.