Se aproximan algunas fiestas y puentes que se prestan para hacer una escapada. Son muchos los destinos europeos apetecibles para pasar unos días pero, en esta ocasión, nos hemos decantado por un viaje “de invierno” y vamos a conocer la capital de Noruega: Oslo.
A algunos les parecerá que Oslo es un destino muy frío y, a pesar de que sí, de que las temperaturas en invierno son bajitas, el clima es más suave de lo que pensamos. Además, Oslo es una ciudad muy preparada para el turismo en la estación más fría del año.
Desde el aeropuerto de Alicante, hay vuelos directos a este destino europeo. Además, contamos con la facilidad de utilizar los servicios de parking en el aeropuerto de Alicante y lo único que nos separa de Oslo son unas cuatro horas de avión.
Que ver en Oslo
En Oslo se puede disfrutar al máximo de los deportes de invierno: esquí en el Parque de Invierno de Oslo, la principal estación de esquí en la zona; patinaje sobre hielo en pistas como Frogner o Spikersuppa; o montar en trineo en Korketrekkeren. Además, es recomendable la visita al museo de esquí Holmenkollen y la torre del trampolín de saltos, desde donde deleitarse con unas vistas espectaculares.
A pesar del frío, los puntos más turísticos de Oslo siempre son visita obligada. Algunos de ellos son el Parque de las Esculturas de Vigeland, el Museo Noruego de Historia Cultural, la Fortaleza de Akershus, el Museo de los Barcos Vikingos, la Ópera de Noruega o el Museo de Munch. Si disfrutas caminando por la ciudad, no puedes perderte Grünerløkka, un barrio con mucha vida cultural.
Con esta escapada seguro que a la vuelta te sientes con las pilas recargadas. Un viaje muy intenso tras el que, en el aparcamiento del aeropuerto de Alicante, te espera tu coche para llevarte a casa.